Los mitos del dinero

Los Mitos sobre el Dinero (I)

¿Te has planteado alguna vez que casi todo lo que piensas acerca del dinero es una mentira?
Siento ser tan tajante con esta afirmación pero estoy convencida de ello. Es algo que constato demasiado a menudo con mis clientes. En algunos casos lo que les impide conseguir sus objetivos empresariales es una lista tan extensa de ideas equivocadas entorno al dinero que no puedo evitar preocuparme ante la idea de que se trata de un hecho generalizado.

Por este motivo, intentanto aportar algo de luzz sobre el tema he creado una serie de 3 artículos sobre los Mitos del Dinero que iré compartiendo contigo en las próximas semanas.
Quiero hablarte sobre algunas creencias que rondan el dinero, cuáles son sus consecuencias en nuestra vida y qué hacer para enviarlas al quinto pino.

Qué deberías dejar atrás ahora mismo

Durante mucho tiempo, la humanidad creyó que la tierra era plana y que si se viajaba hasta llegar al final se caería por el borde. “Más allá hay monstruos” se decía, para evitar que nadie saliera del planteamiento establecido y propusiera otras hipótesis. Los hombres de esta era se quedaban así atrapados en un espacio más pequeño que el real y a “algunos” ya les iba bien que fuera así para ejercer su control.
No podemos decir que por aquel entonces aquellos hombres fueran conscientes que vivían de una manera limitada, llegar a conocer otras teorías era una tarea titánica pero ¿podemos decir lo mismo hoy en día? Afortunadamente en muchos países el acceso a la información ahora es, en gran parte, solo una cuestión de voluntad.

Las creencias son graciosas criaturas y los mitos su mejor creación

Me gustaría dejar claro, que las creencias no son una falsedad.
Nuestras creencias son las interpretaciones que nuestro subconsciente asume como verdaderas y absolutas sobre lo que vivimos y experimentamos. Están ahí y las sentimos como reales.

Pero eso no significa que todas nuestras creencias estén en sintonía con nuestros deseos u objetivos.
La verdad es que podemos cambiarlas o reescribirlas para que se adapten mejor a nuestra situación actual.

¿Listo para reconstruir tus creencias? Ponte cómodo que empezamos.

Mito #1 – Ese dinero no es para mí

Me acuerdo que cuando estudiaba, tenía una amiga que siempre se quejaba que no tenía dinero. No porque fuera una quejica o porque pasara algún apuro económico. Lo decía, porque para ella era un hecho. Miraba su cartera, no veía lo que ella consideraba como ‘tener dinero’ y voilé, la frase de oro volvía a aparecer.

Lo decía tan a menudo que un día le pregunte: oye, ¿por qué en lugar de decir que no tienes dinero para eso o para lo otro dices simplemente ante una invitación a una fiesta o comida que mejor “lo dejas para otra ocasión” ya que ahora no puedes permitírtelo?
Le proponía que reformulara su frase habitual. Quería decirle que sus pensamientos eran una parte, importante, del proceso de cambio. Cuanto más se quejaba que no tenía dinero, menos lo tenía.

Nos han educado para no pensar en el dinero o a asociarlo a algo negativo -otro mito del que ya hablaremos más tarde-, que no somos merecedores de él o que es para ricos.

Perdona, ¿me quieres decir que valgo menos y por eso no me merezco el dinero?

Al repetir frases como “No tengo dinero“, “No me lo puedo permitir“, “No me puedo dar ese lujo“, nos programamos a nosotros mismos para creer que no podemos conseguir lo que deseamos.
Desde ahora, debemos dejar de repetir frases como estas. Y aunque no lo digas en voz alta, si lo piensas ya los estás fastidiando. No digo que con repetirlo es suficiente, pero tu consciencia siempre buscará lograr que tus acciones se encuentren acorde con tus pensamientos.

Yo pienso, yo siento, yo actúo.

Solución

Reinicia, reorganiza, reordena y revisa tus pensamientos y tus patrones mentales de manera que puedas reflejar aceptación plena a la abundancia y no rechazo a la misma.

Para ayudarte a conseguirlo te propongo un reto/ejercicio.

Esta noche escribirás 3 creencias negativas que tienes respecto al dinero, las más dolorosas y que incluso te da vergüenza contar. Al lado reescríbelas en positivo y durante un día entero reemplazarás los pensamientos negativos por los positivos. Las repetirás para ti mismo, varias veces al día, para que tu cerebro empiece a crear un nuevo patrón de comportamiento.

Ejemplo:

No tengo dinero por Tengo dinero –  aunque no lo tengas.

No me merezco eso por Yo me merezco eso – aunque creas lo contrario

Recuerda: La repetición crea una realidad, es científico.

Mito #2 – Debo tener un empleo… un buen empleo

Es verdad que lentamente esta mentalidad está cambiando y hay otras sociedades como la estadunidense, en la que el espíritu emprendedor está completamente incorporado en la sociedad.

Pero todavía, en la sociedad española, sigue la creencia que si tienes un buen trabajo has triunfado en la vida. Emprender es para los que no han sido capaces de mantener sus puestos o que han podido conseguir otro empleo. Y creen vehementemente que esta es la única opción disponible.

Se frustran cuando no tienen un trabajo o cuando lo pierden. Asocian el hecho con su propia valía y sobre cómo se ven a si mismos.

No hago apología al emprendimiento – ya lo he dicho en otras ocasiones, cada uno debe buscar realizarse con lo que hace, pero debemos cambiar la idea que el empleo, el buen empleo – tal como lo conocemos – es la única vía para el éxito financiero.

De alguna manera es mentalmente más cómodo trabajar para otros, y que ese otro sea quien provenga nuestro sustento. En definitiva, que sea el otro quien reconozca nuestro valor y que nos paguen por ello. ¿Y qué pasa cuando eso no ocurre? Lo esperado; frustración.

Me acuerdo cuando dije a algunas personas que dejaría mi trabajo para montar mi propio negocio. Me llamaron loca, me preguntaron si estaba segura porque tenía un trabajo estable, en una empresa sólida y para toda la vida.

¿En serio?

Hace 11 años estaba en Brasil y hace 6 en Australia. ¿De verdad que “para toda la vida” existe?

A mí no me gusta hablar de la crisis porque creo que hay una presión mediática importante por detrás para que vivamos en este estado de alerta y bloqueo mental, pero necesito remitirme a ella para ponernos en contexto. Con la crisis, muchas personas se han visto  obligadas a emprender y muchísimas han fracasado.

Pero, no han fracasado porque sus negocios no eran buenos o sus ideas no eran interesantes. Han fracasado porque en su interior no creían en sus proyectos. No creían que funcionaría o que podrían vivir de ello. Eran empresarios con mentalidad de empleados.

¿Resultado? No hay resultados.
Facturación insípida, ingresos escasos y un único pensamiento rondando la cabeza.
“Cobro igual que cuando era empleado y trabajo mucho más. Sabes que, para cobrar lo mismo, me busco un trabajo y me dejo de historias.”
He escuchado esa frase, diversas veces, de varios clientes cuando estaban en una situación límite en sus negocios.

No lo niego, para que una empresa funcione se necesitan muchas cosas. Hay que saber lavar, planchar, coser, cocinar… por ser metafóricos. Pero tampoco hay límites. En un negocio tu puedes llegar donde quieras. Eres tú quien determina donde te gustaría estar, de qué manera y cuánto deseas ser remunerado por eso.

No me pondré profunda.

El punto aquí es tirar por tierra, aunque tu opción muy respetable sea tener un empleo, que no es la única opción. ¡Hay otras posibilidades! Y estar abierto a estas quita hierro al tema. No nos sentiremos tan presionados o frustrados, en el caso que nuestro proyecto estrella no funcione.

A mí personalmente me encantan los planes B.

Y tú, ¿qué opinas?
¿Has roto algún esquema sobre la idea que tenías sobre el dinero últimamente?

Nos vemos la semana que viene con la parte 2 de la serie Los Mitos sobre el Dinero.

Un abrazo,

Los Mitos sobre el Dinero (I) 1

Únete a la comunidad que te ayudará a transformar las finanzas de tu empresa.

Suscríbete a mi newsletter y recibe semanalmente consejos y estrategias.

Renata Moitinho

Soy Renata Moitinho, Consultora experta en Negocios y Finanzas.
Ayudo a Emprendedores, Autónomos y Pymes como tú, a mejorar su relación con el dinero, comprender en profundidad las finanzas de su negocio, tener precios competitivos y conseguir mejores clientes que te paguen. En definitiva, te ayudo a transformar tu negocio en una empresa rentable.