Morosidad, los impagos en pymes

Morosidad: Cómo afectan los impagos y cómo prevenirlos

El impacto de la morosidad en las Pymes puede resultar un problema grave. El impago de facturas es uno de los grandes desafíos a los que pueden enfrentarse.
Pero aunque la morosidad y los problemas de impago son problemas que pueden hacer peligrar e incluso hundir una empresa, siempre existen recursos para evitar llegar a tales extremos.  Analicemos de dónde pueden venir los problemas y qué medidas podemos tomar para prevenirlos.

Nadie está exento de caer en problemas económicos que le pueden impedir llegar a pagar sus facturas pero, ¿cuál es el impacto real de este problema en la economía de los autónomos, los profesionales liberales y las pequeñas empresas?
Depende, pues las consecuencias de los problemas de impagos no son iguales en todos los casos.
Hay varios factores que influyen en la morosidad de una empresa y en este post vamos a analizarlos.

Factores que influyen en la morosidad:

  1. El tamaño de la empresa
  2. La actividad comercial o industrial
  3. El margen de beneficio
  4. El interés

El tamaño de la propia empresa

La morosidad y problemas de impagos causan menos impacto en las grandes empresas, debido a una mayor diversificación de los riesgos y la disposición de mayores recursos financieros.

Sin embargo, en pequeñas empresas y profesionales autónomos, las facturas no pagadas pueden llegar a provocar el cierre, sobre todo si se tiene concentrada la mayor parte de los ingresos en tan solo unos pocos clientes. Si uno de ellos se retrasa en sus pagos, si realiza un volumen menor de pedidos, o si simplemente falla y deja de realizar pedidos, toda la estructura financiera de la empresa se verá comprometida.

La actividad comercial o industria

Algunas empresas de determinados sectores tienen ciclos de cobros y de pagos muy específicos. Puede darse la circunstancia de que los ciclos de cobros sean más cortos que los de pago, y que las empresas paguen a sus proveedores antes de que sus clientes les paguen a ellos.

En algunos casos, las empresas prácticamente tienen que financiarse los proyectos en los cuales están trabajando, pues no recibirán el pago por sus servicios hasta fin de obra. Si un cliente no paga a tiempo toda la cadena se ve comprometida, y si no hay cash-flow o una reserva económica la empresa puede irse directamente a la quiebra por el simple motivo de que ya no puede seguir financiándose.

El margen de beneficio

Cada vez que una empresa no cobra en el momento debido, asume dos tipos de pérdidas económica:
La primera consiste en tener que adelantar los costes y gastos derivados del propio producto o servicio vendido.
La segunda supone el no cobrar los beneficios que tendría si hubiese cerrado la venta, es decir lo que se conoce como el margen de venta; sobre todo para las empresas que tiene un margen comercial reducido.

El interés

Cada vez que una empresa sufre morosidad por parte de sus clientes le está costando dinero. Aún en el caso de que la empresa no tenga liquidez a causa de los impagos de sus clientes, deberá seguir pagando los plazos que por su parte no han podido ser cobrados. Este coste añadido puede ser mayor o menor según sean los tipos de interés de los préstamos y/o hipotecas de la empresa.

Normas generales para evitar la morosidad

Podemos inferir, en lo posible, que nuestra empresa no caiga en problemas de impago:

a) No depender económicamente hablando de tan solo unos pocos clientes

Como ya hemos visto, sobre todo en el caso de las empresas pequeñas, es de vital importancia pues en cualquier momento uno o varios de ellos podrían fallar. Aunque de momento el negocio vaya viento en popa, mantén siempre la puerta abierta a potenciales nuevos clientes.

b) Crea una política de pagos que no perjudique económicamente a tu empresa si el cliente no paga a tiempo

No confíes ciegamente en un futuro pago para abonar una deuda, puesto que cualquier retraso en el pago por parte del cliente puede “romper la cadena”. Reserva siempre un remanente destinado a emergencias de este tipo.

c) Redacta unas condiciones de pagos y reembolsos

En ellas define claramente unas normas generales para el abono de facturas. Dependiendo de tu tipo de empresa y tu sector, puedes solicitar al cliente el abono de la factura por anticipado si tienes una tienda online por ejemplo, o establecer el pago de un anticipo en el momento del cierre del contrato si trabajas por proyectos.

 d) No esperes a que sea demasiado tarde

Si ves cómo se acumulan las deudas y que no eres capaz de asumir el pago de tus facturas contacta con un profesional que pueda evaluar la situación de tu empresa y te ayude a buscar soluciones. En muchas ocasiones tomar esta decisión a tiempo puede minimizar tus pérdidas y tu desgaste económico y emocional será menor para que tu negocio pueda seguir adelante sin verte obligado a cerrar.
Si por desgracia estás en esta situación puedo ayudarte. Puedes solicitar una sesión gratuita de diagnóstico desde este link directo o a través del apartado Trabaja Conmigo donde encontrarás información detallada de cómo trabajo.

Como ves, vale mucho la pena invertir tiempo en crear sistemas de actuación financieros que contemplen los diferentes escenarios que te puedes encontrar.

Un abrazo,

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Renata Moitinho

Soy Renata Moitinho, Consultora experta en Negocios y Finanzas.
Ayudo a Emprendedores, Autónomos y Pymes como tú, a mejorar su relación con el dinero, comprender en profundidad las finanzas de su negocio, tener precios competitivos y conseguir mejores clientes que te paguen. En definitiva, te ayudo a transformar tu negocio en una empresa rentable.